Hace ya dos años y medio soy una pasajera más de los colectivos urbanos en Guayaquil. Pero en todo este tiempo he notado algo que para mi parecer, hace parte de un gran problema cultural. La situación es esta:
Cada vez que un pasajero saluda con cordialidad al conductor de la unidad móvil, este parece ser mudo, sordo y hasta ciego. Cosa que a cualquiera le molesta, entonces la pregunta es ¿ser cordial con las personas quienes nos sirven día con día es incorrecto?, son tantas las preguntas que me formulo ante esta situación cotidiana que de seguro a más de un usuario le ha ocurrido.
Se podría hablar de un problema cultural en la sociedad, y es claro que es un problema, pero no solo de los choferes de buses o de taxis, sino que también de muchos otros como profesionales y personas de “elite”. Este tipo de personas al parecer un titulo o el dinero les ah impedido ser cordiales con los demás.
Así como también cuestiono a este tipo de individuos sin ningún gramo de educación y valores, también felicito aquellas que con una sonrisa y un sutil saludo nos llenan de alegría, felicito de igual manera a quien teniendo todo el oro del mundo y las paredes llenas de diplomas, títulos y reconocimientos se acercan a sus semejantes y comparten con ellos sin importar la condición en la que se encuentren.
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